El Nissan Qashqai es un ‘best seller’ en toda regla, por ello su nueva etapa será examinada con celo. La punta de lanza de los crossover mejora en aspectos como el diseño, el confort y la oferta de propulsores. Sus nuevas cotas le han permitido establecer un mejor espacio
interior, especialmente al ser más largo y ancho, combinado con una distancia entre ejes que también ha crecido de manera leve. Nissan Qashqai vuelve a sorprender, desde el salpicadero hasta los paneles de las puertas emerge un resultado final brillante. El volante multifunción incorpora numerosos elementos para no alejar las manos del mismo, y deja entrever los dos relojes del salpicadero y la pantalla TFT de cinco pulgadas situada entre ambas esferas. La consola central cuenta con otro monitor de siete pulgadas, vía por la cual podemos guiar el sistema ‘Nissan Connect’, entre los que se encuentra –en la versión probada- el correspondiente navegador y el espacio destinado a la conectividad. El
Nissan Qashqai 1.6 dCi 130 CV goza de un aspecto más voluptuoso. Pero el punto fuerte del Qashqai está en la carretera, fuere una vía rápida o cualquiera de las tortuosas que tenemos por el suelo insular. El propulsor que acompaña al Qashqai es el 1.6 dCi con 130 CV, fruto de la alianza Nissan-Renault, acompañado de un cambio manual de seis velocidades y tracción 4x2. La dirección también ha sido uno de los puntos de evolución en el Nissan, ahora presenta dos niveles de asistencia: normal y sport. En la primera opción se muestra más ligera, es decir, con un mayor grado de asistencia, mientras que en la segunda el retorno es más duro, recordando a vehículos de corte más deportivo.
